En esta gráfica, extraída de un sitio de altos estudios económicos y sociales de Europa, en donde se puede conocer información estadística de cualquier país del planeta, nos cuentan, sin buscarlo, que en Colombia las reformas agrarias de los años 60s y 70s del siglo XX lograron algún avance en la consolidación de una economía agrícola pujante y productiva para el país.
Y nos cuentan de la misma manera que el paramilitarismo, sus masacres, el despojo y el desplazamiento, nos devolvieron casi 40 años en desarrollo rural y agrícola. Y que coincidencialmente cuando el terror paramilitar cesó su maquina de descuartizamiento y sicariato, el campo colombiano floreció otra vez.
Son datos, números, estadísticas. No hay discurso ni ideología. El original está en alemán. No hay señas de manipulación castrochavista ni de conspiración global antiuribista en este centro de información. Lo pueden verificar ustedes.
Definición: La tierra agrícola se refiere a la proporción de tierra cultivable, bajo cultivos permanentes y bajo pastos permanentes. Las tierras arables incluyen las tierras definidas por la FAO como tierras dedicadas a cultivos temporales (las superficies de doble cultivo se contabilizan una sola vez), prados temporales para siega o para pastos, tierras dedicadas a huertas o huertos familiares y tierras en barbecho temporal.
Se excluyen las tierras abandonadas como consecuencia de la agricultura itinerante. La tierra bajo cultivos permanentes es la tierra cultivada con cultivos que ocupan la tierra durante largos períodos y que no necesitan ser replantados después de cada cosecha, como el cacao, el café y el caucho.
Esta categoría incluye la tierra bajo arbustos con flores, árboles frutales, árboles de nogal y vides, pero excluye la tierra bajo árboles que crecen para madera. Los pastos permanentes son tierras utilizadas durante cinco o más años para forraje, incluidos los cultivos naturales y cultivados.
Idea de Doble Filo 